Un cielo con ganas de llorar, su cara pálida lo delata, y la suave briza cálida rodea como un enfrentamiento entre un rey y su alfil. Mientras hacemos la fila para entrar al teatro Caupolicán, vuelan insectos de oro, palomas y libélulas que iluminan la mente y el corazón, como lo hace un diamante al reflejar con el sol. Se nota el amor que siente el pueblo de Chile por este tremendo cantautor, siendo cerca de las 20:00 horas, el Caupolicán esta repleto. Desde mi posición en el teatro, puedo distinguir muchas banderas, poleras, cintillos, carteles con mensajes y muchos flashes de cámaras.
Manuel García, trovador, icono para toda la juventud luchadora del país, recientemente ganador de dos Altazores, uno por mejor álbum y otro por mejor single (Carcelero). Estudió Pedagogía en Historia y Geografía en la Universidad de Tarapacá, en 1994 se vino a Santiago para estudiar Interpretación Superior en Guitarra en la Universidad Católica. Luego, en 1998 en conjunto con Diego Álvarez crearon una banda revelación para la época “Mecánica Popular”. Su actividad como solista empezó el año 2005 con su primer homónimo llamado Pánico.
Ya siendo las 21:13, el hijo ilustre de la música Chilena esta aprontas para salir al escenario, sus mejores canciones inundaran de emoción el teatro, esas coplas que lo llevaron a tocar las estrellas de todo Chile, con un estilo único que impone Pasión, Sencillez, Humildad, Solidaridad en cada interpretación que realiza.
Ya siendo las 21:20 se apagan las luces del teatro, sale Manuel por una cortina, saluda y toma su guitarra y empieza a tocar. Sus primeras canciones fueron: Hablar de ti, Tu ventana, Tanto creo en ti, Azúcar al café, Nadie mas que el sol, Pánico, Témpera, El viejo comunista, Piedra negra, Barcos de cristal, Catalejo, Bufón; estas canciones las realizo el solo con su guitarra. El Caupolicán se convirtió en una caja de resonancia musical, ya que todos corean las canciones de este humilde trovador del norte. Por consiguiente, Manuel presenta a su padre y con el empieza a cantar La danza de las libélulas a dúo.
Ya en la mitad del show, empiezan temas de su último disco acuario, pero en versión acústica y con toda la banda sobre el escenario, toco las canciones: Carcelero, acuario, Tan dulce tan triste, un rey y un diez y la Hora nueve. Después de a ver tocado las canciones de su disco acuario en acústico, fue el turno de las re tocadas como: Los colores, cangrejo azul, es bello es bueno, al final de este viaje, pañueli, alfil, vida mía, el reproche y la gran capital.
Ya habiendo pasado por un gran set-list de los mejores temas de este tremendo cantautor ariqueño, al escenario se suma un conocido de todos, uno de los guitarristas emblemáticos de nuestro país, integrante de la mítica banda “Los Tres”, él es Ángel Parra (hijo). Con el, la fiesta sigue y empiezan a tocar las nuevas canciones del próximo homónimo que se grabara en noviembre, canciones como: Diamantes, el negro Manuel, el clan parra, la flor rubí, la aguja y la luz, es con esa canción que se despiden de todo el público presente.
Fue tanto el fervor de la gente que la banda sale otra vez a escena y tocan Reloj. Nada mas queda, todos se despiden, pero veo al Ángel con la guitarra en la mano, y por el otro lado, el tambor listo para tocar, y empieza lo ultimo de la noche, un cover como ninguno “casamiento negros”, haciendo un humilde homenaje a la gran Violeta Parra.
Más de 2 horas de música nos ha regalado Manuel, un hermoso caupolicanazo e presenciado este día, me voy muy alegre por la calle San Diego.
Aquí te dejamos una nueva canción, La flor de rubí
Suena el reloj, anuncia la aurora matutina, raudamente me levanto para disfrutar un buen día. Muy relajadamente veo por la ventana todo el rastro del ocaso, el ánimo baila por mis alrededores pero no entra en mí. Prendo el hervidor, dos cucharadas de café y 15 gotas de endulzante forman el desayuno, prendo el equipo, le pongo play al homónimo Mystical Rain, uno de mis discos favoritos.
Dead Can Dance es una excelente banda Australiana, compuesta por el dúo de Brendan Perry y Lisa Gerrard, llevan 28 años de vigencia, con un estilo irreverente de música que mezcla lo Neo-clásico, Hindú, Wave etéreo, Gótico, Ambiental, medieval, etc. Es por eso que esta banda no tiene un estilo definido, siempre va sorprendiendo con sus nuevas interpretaciones.
El 2012 se vuelven a juntar (luego de su separación en la década de los 90), para presentar un exitoso show con una nueva producción titulada Anastasis, que los ha llevado a recorrer Asia, Estados Unidos y Europa. Durante este tour, la banda aprovecho de realizar una producción en vivo que se grabó en diferentes conciertos de su gira estadounidense, y que saldrá a la venta el próximo 22 de abril en doble CD, triple LP y digital.
Siendo las 20:36 ingresamos al coloso movistar, dentro de este recinto se puede percibir un ambiente muy grato, las personas conversan tranquilamente, y cada vez va ingresando más gente. Recordemos que no es la primera vez que visitan Chile, sino que estuvieron con 2 conciertos, uno en Espacio Riesco y el otro en Monticello Grand Casino, los australianos decidieron que nuestro país fuera el lugar para concluir la exitosa vuelta a los escenarios y a la producción musical.
Son las 21:00, se presenta el percusionista de la banda “David Kuckhermann”, el cual empieza a interpretar tonalidades muy suaves y relajadas con un instrumento muy moderno llamado “Hung”. Un telón blanco mezclado con luces violetas forma la escenografía, David toca dos hung a la vez formando una sincronía espectacular. Luego de estas hermosas representaciones cambia de instrumento llamado a un “Redmond Tambourine”, un instrumento árabe que genera múltiplos sonidos. Posteriormente David invita a un chileno llamado Mauricio Garay, el cual toca la viola andina, un instrumento similar a la guitarra pero más pequeña y con más cuerdas. Finaliza su presentación tocando hung.
Ya son las 22:04 se apagan las luces del Movistar Arena, se anuncia la presentación de esta gran banda australiana, el escenario teñido por luces verdes y amarillas, sedas por los costados y una gran banda musical se asoman conformada por 7 músicos. Se siente una armonía total, el movistar casi repleto de gente dispuesta a todo, es tan así que por los costados gente se pone a danzar mientras la melodía fluye por nuestros oídos y es decodificada por nuestra mente. Brendan Perry, vestía de plomo con una camisa negra de puntos, la hermosa Lisa Gerrard tenía un vestido negro muy largo, una capa dorada con piedras en el sujetador, el resto de la banda vestía de negro. Siendo ya las 23:03, brendan toma el greek y se manda un solo impresionante, por consiguiente las luces se apagan del escenario y solo queda prendida una, la que ilumina a Lisa, la cual comienza con una canción donde los sonidos agudos y grabes se aliaban para la gran interpretación que realizaba esta tremenda cantante australiana. Una de las cosas que me llamo la atención, fue la rica fragancia que había dentro del recinto del parque O’Higgins, un suave aroma a fresas recién cortadas, con toques cítricos y cascaras de limón secas al sol, este olor me traía recuerdos muy agradables de mi infancia. Es increíble cuando la música y los olores te hacen viajar por el tiempo, Dead Can Dance cumplió con llevarnos a un lugar distinto y mágico,escapamos de lo habitual por más de una hora y media.
A las 23:37 sucede el primer y único encoré del concierto, la gente efervescente pide más, pasan 5 minutos y salen de nuevo a escena interpretando 4 temas más. Antes de cantar la ultima canción de la noche, Brendan Perry habla de los feliz que esta y contento de visitar este gran país, es por eso que decidieron venir a Chile a cerrar esta gira.
La buena música que Dead Can Dance nos regalo me transporto a un lugar nuevo, que posiblemente nadie conoce, pero creo tener la certeza que fue increíble para todos los asistentes del Movistar Arena y será difícil olvidar ese bello momento.
Aquí te dejo uno de mis temas favoritos de esta gran banda